
-Corre, compañero. El reloj camina imparable y aunque múltiples opciones ha de tener, solo una decisión ha de haber.
El mundo es un conjunto de intersecciones con dirección a minotauros diferentes.
¡Levántese! Su destino depende de su productividad.
¿Quiere comprender su papel? Escoja un camino, pero hágalo rápido.
Tic-toc. Tic-toc.
-¿Y si me equivoco?
-Es un decisión de vida. Escoja un futuro, un camino de los que se le presentan y asimílelo.
Hay nueve de diez posibilidades de que no sea lo que esperaba.
Acepte los resultados y tenga paz.
-¿Debe ser apresuradamente? Ese es mi tormento.
-Sí, pues su estadía aquí es corta. No espera a nadie.
-Creo entonces que la decisión ya fue tomada, tiempo atrás. Y creo fue la incorrecta. Mi melancolía me lo indica. ¡Oh no, escogí una de las nueve que no debía!
-Ya veo. Entiendo su sentimiento pero lo importante es otra cosa.
¿Está usted aquí para que lo consuele o para que lo transforme?
"El hecho es que soy único. [...] Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande".
-La Casa de Asterión, Jorge Luis Borges.
Imagen de acá.