Y tendríamos hijos que sólo conocerían los colores verde y azul. Y correrían por todo lado y jugarían entre montañas mientras vos y yo nos ocupamos de todo.

Y despertaríamos cuando el sol caliente nuestras sábanas y dormiríamos cerca del fuego.
Conoceríamos otro mundo de posibilidades, de empezar de cero, de riesgos y problemas pero lleno de viento helado y esperanza.
Aprenderíamos cosas nuevas, cometeríamos errores y recorreríamos nuevos lugares, nuevos momentos, nuevos sentimientos.
Y no haría falta nada más que la montaña, el hielo y el fuego. No haría falta nada más porque te tendría a vos y vos a mi, tal como lo habíamos planeado.
Yo me iría a vivir a Islandia con vos, amor, si no fuera demasiado tarde...